24 años cantando en Tercera Actividad León

Dicen que la música amansa las fieras y apacigua el alma. No son sus únicos beneficios. También sirve para sentirse vivo, compartir, incentivar recuerdos o, simplemente, para pasar un buen rato.

En nuestro centro de León lo saben muy bien. Por eso llevan 24 años cantando. Ni más ni menos.

Son muchas las personas que han pasado por el coro a lo largo de este tiempo. Todos ellos han tenido el mismo director, Alfonso Sánchez, animador sociocultural del centro. “Vengo del mundo del teatro y el espectáculo, me encanta la música y pensé que crear un coro podía ser un buen incentivo”. No se equivocó. La actividad no puede tener más éxito.

Desde su puesta en marcha, el coro lo integran una decena o docena de cantores habituales a quienes, de forma esporádica, se van sumando otras personas. “En un centro como éste, el coro ha de ser una actividad abierta, no puedes decirle a nadie que no, al fin y al cabo, de lo que se trata es de pasar un rato divertido”. Interpretan músicas populares, extraídas, en muchas ocasiones, del cancionero leonés. Temas que identifican, recuerdan y, en algunos casos, les hacen regresar a su pueblo, a su familia o a su infancia.

De hecho, a lo largo de estos 24 años, acumulan un repertorio de más de medio centenar de canciones, entre ellas, dos inéditas, que han rescatado, gracias a la memoria de dos de las cantoras, Amelia, natural de Solle, quien recordaba un villancico típico de su pueblo y Covadonga, de Villaquilambre, quien ha enseñado al resto del grupo la canción de los Reyes que cantaban en Navidad. “Siempre me ha gustado mucho cantar, desde pequeña”, recuerda Cova, quien no falta a ninguno de los ensayos.

Habitualmente, se reúnen los miércoles y ensayan durante una hora, más o menos, que a todos se les pasa volando, según nos cuenta, Valeriano, una de las pocas voces masculinas del grupo. Cantar les alegra el corazón y les ayuda a ejercitar la memoria. Aunque tienen las letras apuntadas, han de recordarlas.  Además, los viernes, la actividad cognitiva suele estar vinculada a los ensayos de la semana.

Actúan en Navidad, el día de San Froilán o en otras fechas señaladas como el Día de la Mujer o el Carnaval, buscando siempre repertorios adaptados a cada momento y canciones fáciles de recordar que permitan al resto de sus compañeros arroparles y acompañarles.

Tienen incluso su propio himno. Nada solemne, todo lo contrario, una canción que siempre les hace sonreír y que todo el mundo conoce, “la vaca lechera”. “Lo adoptamos como himno porque es nuestra canción fetiche, la que cantamos para descansar o relajarnos”, cuenta Alfonso, quien recuerda que la música fue para ellos un refugio durante los meses del confinamiento. Aprendieron a cantar Resistiré del Dúo Dinámico y, desde entonces, forma parte ya del repertorio del grupo.

Ahí siguen, ensayando, porque como bien dice un refrán castellano que recuerdan en cada reunión, “cantar bien o cantar mal, en el campo es diferente, pero delante de la gente, cantar bien o no cantar”. ¡Qué sea para bien y por muchos años!