Natural de Santibáñez de Resoba, cerquita de Cervera de Pisuerga, en el corazón de la Montaña Palentina, Begoña es una de las veteranas de nuestro centro Tercera Actividad de Aguilar de Campoo. Lleva aquí 19 años y asegura que, aunque el trabajo no siempre es fácil, las alegrías y la satisfacción que le aporta poder ayudar a los demás compensa con creces los momentos más duros.

“Siempre he tenido claro que quería ayudar a los demás”, nos cuenta. En un principio, pensó en formarse y trabajar en un hospital, pero se cruzó en su camino la oportunidad de trabajar en atención a domicilio y no pudo decir que no. Estuvo un tiempo trabajando en Barruelo de Santullán, Cervera de Pisuerga o Aguilar de Campoo, hasta que se incorporó al equipo de Tercera Actividad.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, casi 20 años, 19 para ser exactos, y aquí sigue, día a día, atendiendo, como auxiliar a las personas mayores, durante el turno de tarde, de 14.30 a 21.30 h. Les ayuda con la merienda, la cena, los cambios de ropa y, sobre todo, les hace compañía y les brinda su cariño y cercanía que, al fin y al cabo, es lo más importante. Es tímida, a la par que resolutiva, le gusta su trabajo y se nota en sus gestos, en su modo de atender, de mirar y de cuidar.

Muchas cosas han cambiado desde que llegó a Tercera Actividad hasta hoy, son muchas las personas que han pasado por el centro, los compañeros con los que ha compartido tareas, risas y esfuerzo. “Hay momentos duros”, comenta y, enseguida, se refiere a los últimos meses de pandemia, por poner un ejemplo muy cercano. Aún así, valora su trabajo, porque resulta gratificante ayudar a los demás, verlos felices y saber que, en parte, se debe a su pequeña gran aportación, a su esmerado cuidado.