Nuestros Mayores Viajeros. Destino: Barruelo de Santullán

Amalia, Dolores y Pepa viven en Tercera Actividad, nuestro centro de atención a personas mayores y/o dependientes de Aguilar de Campoo. Algunas llevan allí años, otras apenas unos meses, pero todas tienen algo en común: proceden de la comarca de Barruelo de Santullán y esa unión les ha permitido vivir una experiencia inolvidable. 

Gracias a la iniciativa “Nuestros Mayores Viajeros. Destino: mi pueblo”, han podido regresar por unas horas a su lugar de origen. Acompañadas por cinco trabajadores del centro y viajando en vehículos adaptados, Amalia, Dolores y Pepa, llegaban primero a Cillamayor, el pueblo de origen de Dolores. Una vez allí, la propia Dolores explicó a sus acompañantes, visiblemente emocionada, cuál era su casa. Además, tuvo la oportunidad de guiarles hasta el interior de la iglesia.

“Fue muy bonito y muy emotivo. Hacía mucho que no visitaba Cillamayor y encontré las calles y las casas muy cambiadas. Mejor, más arregladas”, cuenta Dolores, “la visita a la iglesia me emocionó porque tengo muchos recuerdos, allí me bauticé y me casé, allí bauticé a mis hijos y allí enterré a mis padres”.  

La siguiente parada fue Barruelo de Santullán y Pepa llevó a la comitiva hasta la puerta del que durante años fue su hogar en la popular barriada de las “Casas Baratas”, donde le esperaba su familia. La singular excursión terminó con una merienda campestre en el santuario de la Virgen del Carmen, en la que no faltó de nada: tortilla de patata, buena música, risas y hasta baile. “¡Cómo no iba a bailar, si me encanta, claro que bailé!”, comenta alegre Dolores, “bailé con Alejandro que es bien simpático y con las chicas que me tratan fenomenal”.

Eso sí, siempre respetando todas las medidas y protocolos de seguridad. Durante el recorrido desde Tercera Actividad, las protagonistas convenientemente preparadas con sus gorras y ropa de verano, fueron degustando un “peculiar mojito”, a base de zumo de naranja, para hidratarse.

“Es normal que echen de menos sus pueblos, sus casas, a sus vecinos o sus familias – comenta Alejandro Serrano, director de Tercera Actividad Aguilar  – Por ello, nos ha parecido buena idea acercarles a su antiguo hogar, porque además así propiciamos su relación con el entorno e incentivamos que sigan cumpliendo sus proyectos de vida, por no hablar de los muchos beneficios que tiene para su salud mental y física”. “Ha sido una experiencia inolvidable para ellas y para todos los participantes, emotiva y cercana porque hemos podido conocer parte de su historia”, concluía.

“La idea ahora es realizar otros ocho o nueve viajes más, en los que, por supuesto, irán acompañados por personal del centro y en vehículos adaptados. Además, en cada destino contaremos con la colaboración de familiares y amigos para que puedan disfrutar de una jornada de convivencia y para que sientan, de verdad, que han regresado al pueblo”, apunta el director de Tercera Actividad. ¿Los siguientes destinos? Si el tiempo y las condiciones sanitarias lo permiten, la próxima semana viajarán a La Ojeda y a Aguilar de Campoo. ¡Ojalá los protagonistas disfruten de ese merecido y esperado retorno al pueblo tanto como Amalia, Dolores y Pepa!