José sonríe mientras simula llamar por teléfono o ensaya y recuerda cómo atar unos cordones. Son dos de las actividades de estimulación sensorial que alumnos de 4º de la E.S.O. del colegio San Gregorio de Aguilar de Campoo han preparado para él y para el resto de las personas que viven en Tercera Actividad.

Su objetivo era crear una sala de estimulación sensorial, utilizando para ello materiales reciclados como lanas, botellas o un viejo teléfono. Durante todo el curso, con el apoyo de sus profesores han ido investigando, probando y experimentando para crear diferentes actividades u objetos que faciliten la estimulación sensorial de las personas mayores y/o dependientes que viven en Tercera Actividad.

Para los jóvenes diseñadores ha sido todo un reto y ha supuesto descubrir una realidad cercana, pero, quizá, desconocida. Para las personas mayores un auténtico regalo por los momentos compartidos y por la utilidad y el provecho que le sacarán a cada uno de los objetos.  Algunos estimulan su agilidad mental y motora, como el teléfono o las plantillas para atar cordones; otros les permiten diferenciar texturas y colores; con otros agudizan el oído y con algunos pueden ejercitar su fuerza.

“El mero hecho de que hayan decidido preocuparse por las necesidades de las personas mayores, que hayan asumido el reto de crear una sala de estimulación sensorial, es algo digno de aplauso”, comenta Natalia García, trabajadora social de Tercera Actividad. Han invertido tiempo y esfuerzo en crear cada uno de los objetos y es algo que los mayores valoran y agradecen. Basta ver la felicidad que transmite el rostro de José para darse cuenta y, sin duda, esa sonrisa es el mejor reconocimiento al trabajo de los alumnos del San Gregorio.