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Nuestro equipo: Amelia Arto

Nuestro equipo: Amelia Arto

Natural de San Cebrián de Mudá, es Diplomada en Educación Social y Licenciada en Psicopedagogía. Realizó el C.A.P y diferentes cursos de animación sociocultural, monitor de tiempo libre y atención a personas mayores. Tras trabajar un tiempo en galletas Fontaneda e impartir cursos de manualidades, memoria y teatro por los pueblos del Norte de Palencia, así como en los Hogares de Aguilar, Barruelo y otras organizaciones, hace 20 años Amelia se incorporó al equipo de Tercera Actividad Aguilar.

“Ya había tenido contacto con la Fundación, a través de la Escuela Taller del Monasterio, en la que participé”, explica, “me encontraba trabajando en los hogares de Aguilar y Barruelo, cuando oí que abrían Tercera Actividad y decidí acercarme y probar suerte”. Desde entonces, hasta hoy. Dos décadas trabajando con las personas mayores, como monitora ocupacional del centro.

Ella es quien les ayuda a mantenerse activos, a ocupar sus ratos de ocio y tiempo libre, a mantener su autonomía y sus capacidades cognitivas. ¿Cómo lo logra? Mediante la realización de diferentes técnicas cognitivas y de laborterapia. “Por un lado trabajamos para mantener su memoria, atención, razonamiento y capacidad de cálculo, por otro, realizamos actividades de laborterapia, que les sirven para entretenerse, sentirse útiles y socializar con sus compañeros y con el entorno”, comenta.

Buena parte de los trabajos de laborterapia se utilizan para decorar las estancias de Tercera Actividad, para regalar a familiares, amigos o a quienes visitan sus salas. De este modo, Amelia logra que los mayores se sientan orgullosos de su trabajo y partícipes del día a día del centro. “Desde muy niña mis padres me enseñaron la importancia de respetar y querer a las personas mayores y hoy, aquí, puedo ponerlo en práctica”, afirma y lo hace aportando todo su “esfuerzo, cariño y dedicación”.

Algo que queda patente en la gratitud que le devuelven los mayores. “Me encanta ver el brillo en sus ojos o sus sonrisas”, comenta, “me dan lecciones de vida cada día, aprendo de ellos, comparto su experiencia y sabiduría. Es un orgullo estar a su lado y poder ayudarles. Tienen el cabello de plata y oro en el corazón”.