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Nuestro equipo: Carolina Lázaro

Nuestro equipo: Carolina Lázaro

Carolina estudió un módulo de Jardín de Infancia, porque inicialmente, lo suyo eran los más pequeños. Incluso empezó la carrera de Magisterio, siguiendo la rama de Educación Infantil. ¿Por qué y cómo acabo trabajando con personas mayores? Ella misma nos lo cuenta.

“Una de mis hermanas, fisioterapeuta, trabajaba en uno de los hospitales de León y en diferentes centros, entre ellos, una residencia de mayores, en el centro de la ciudad. Me comentó que necesitaban personal, en concreto, auxiliares de geriatría, y que no era necesaria formación previa”. Hace ya veinte años de aquello, eran otros tiempos y aconsejada por su hermana, que veía ese trabajo “muy para ella” por lo que siempre le ha gustado cuidar de las personas, Carolina decidió tirarse a la piscina y probar suerte.

Y, así, dice, “empecé en el mundo de los mayores”. Trabajó cuatro años en aquella primera residencia, compaginando su día a día en el centro con la realización de varios cursos de formación. Posteriormente, se trasladó a otro centro en el que estuvo dos años. Entonces tomó una decisión valiente y nada sencilla, consensuada con su marido: realizar un parón laboral para dedicarse al cuidado de su hija. Algo de lo que no se arrepiente en absoluto, “quería dedicarme a ser madre y disfrutar de esa época inolvidable y maravillosa que prolongué durante 8 años”.

En diciembre de 2016 se reincorporaba al mundo laboral en la residencia El Portillo, en Valdelfresno, trabajando como gerocultora. En enero de 2019, gracias a su buen hacer y dedicación, le nombraron responsable de atención directa, puesto que mantiene en la actualidad, aunque el centro haya cambiado de dueños.  Apenas nueve meses después, El Portillo pasaba a formar parte de la red de centros de la Fundación Santa María la Real y se adaptaba a la metodología de Tercera Actividad.

Hubo que hacer frente a muchos cambios, a una pandemia, nunca antes vivida y que golpeó muy duro, pero Carolina, siempre estuvo ahí, manteniendo la calma, apoyando y coordinando la labor del equipo de gerocultura. ¿Lo que más valora de su trabajo? “Contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestros residentes con un trato cercano y personalizado”. Algo muy sencillo, asegura, porque formo parte de un equipo técnico competente y formidable.