Un artículo de Alejandro Serrano, enfermero y Director de Tercera Actividad Aguilar de Campoo

Existen múltiples causas relacionadas a la hipertensión, pero la edad es una de las principales: el riesgo de que se vea incrementada a partir de los 65 años es mayor.

Una vez entramos en la edad adulta, las arterias van haciéndose más gruesas y perdiendo elasticidad. De esta manera están cada vez menos capacitadas para soportar una presión arterial alta, provocando una posible obstrucción o ruptura del vaso sanguíneo.

¿Qué es la tensión arterial alta?
Cuando las arteriolas que regulan el flujo de nuestro organismo se estrechan, el corazón tiene que realizar un sobreesfuerzo para poder bombear la sangre a través de un espacio más reducido. Esto crea un aumento de la presión dentro de los vasos sanguíneos que equivale a la hipertensión o tensión arterial alta.

La hipertensión es, por tanto, una enfermedad cardiovascular en la que los latidos del corazón llevan la sangre rica en oxígeno hacia las paredes de las arterias, repartiéndose de manera equilibrada para que llegue a las células de todo nuestro cuerpo mediante una presión que disminuye según va avanzando por los vasos sanguíneos más pequeños, hasta llegar a los capilares.

Normalmente las personas que suelen ser hipertensas tienen valores altos de manera constante, pero como no presentan síntomas, es conveniente que lleven un control y se midan la tensión frecuentemente.

Valores de la presión arterial
La tensión arterial alta se define en cifras de presión sistólica y diastólica.

La presión sistólica es la más alta, esta se produce cuando el corazón se contrae. Por otro lado, la diastólica es la presión sanguínea cuando el corazón se relaja.

Si la tensión arterial es normal los valores serán menores de 120 mmHg/80 mmHg (milímetros de mercurio). Una presión arterial en personas mayores de 60 años debe estar por debajo de 150 mmHg/90 mmHg.

Las personas con tensión arterial baja tienen por debajo de 90 mmHg/60 mmHg.

Una tensión arterial alta está por encima de 130 mmHg/80 mmHg. Se habla de hipertensión cuando es mayor a 140/90 mmHg. Cuanta más sangre bombea el corazón y más estrecha sean las arterias, mayor será la presión arterial.

Principales causas de la presión arterial alta
Sabemos que el envejecimiento contribuye a un mayor riesgo de padecer tensión alta. Pero, además, existen otras causas claves de la hipertensión que debemos tener en cuenta sin importar la edad.

  • Género: los hombres tienen mayor riesgo de desarrollar tensión alta que las mujeres.
  • Genética: la presión arterial alta tiende a ser hereditaria.
  • Sobrepeso u obesidad: el exceso de grasa corporal contribuye a la elevación de la presión arterial.
  • Hábitos poco saludables: el consumo de tabaco, el estrés, el sedentarismo y las dietas insanas, incluyendo aquellas altas en sal pueden elevar la tensión arterial.

¿Cómo controlar la tensión arterial alta en personas mayores?
Las personas que tienen una predisposición a tener la tensión arterial alta por causas genéticas tienen que cuidarse con mayor rigurosidad. En todo caso, la tensión alta en personas mayores puede controlarse adaptando hábitos saludables, y en ciertos casos, los tratamientos farmacológicos indicados por un médico serán necesarios.

  • Adoptar hábitos saludables: para controlar la tensión en personas mayores es importante cuidar la salud de manera integral, donde se ve implicado el control del estrés, la alimentación y el ejercicio.
  • Alimentación: mantener una dieta equilibrada, reducir la ingesta calórica en caso de sobrepeso, eliminar los alimentos procesados, precocinados y enlatados, reducir la ingesta de sal y aumentar el consumo de potasio (fruta, vegetales y cereales) y calcio.
  • Ejercicio: la actividad física será clave para controlar la tensión alta en personas mayores. Por ejemplo, caminar o hacer natación, son excelentes opciones para personas mayores.

Las personas en silla de ruedas, o con algún tipo de movilidad reducida tienen mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial porque suelen llevar un estilo de vida más sedentario. En este caso, es importante buscar la manera de realizar ejercicios adaptados para estimular la circulación sanguínea como los sistemas de gimnasia pasiva.

¿Cómo medir la tensión en personas mayores?
Para darnos cuenta si hay alguna diferencia en la presión arterial debemos medirla en ambos brazos. Es importante usar un brazalete de tamaño adecuado.

Para hacer una correcta medición de la tensión arterial, es recomendable cumplir con lo siguiente:

  1. La persona tiene que estar relajada, por lo que debe evitar sustancias estimulantes como la cafeína, la teína, o el tabaco, al menos 30 minutos antes de la medición y reposar unos 5 minutos antes de tomar la tensión.
  2. La persona debe estar correctamente sentada, tocando el suelo con los pies, sin cruzar las piernas mientras la espalda permanece recta. El brazo, debe estar relajado y posicionado a la altura del corazón.
  3. El manguito tiene que ser colocado sobre la piel para una medición más precisa, y justo más arriba del codo.
  4. La persona debe permanecer quieta, sin hablar o mover el brazo mientras se infla el manguito ya que los valores pueden verse afectados.

En resumen, para mantener un control, es recomendable medir la tensión todos los días y anotar los números, es la mejor manera para estar al tanto de los cambios que puedan ocurrir en los valores de la presión arterial.