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Decálogo para potenciar tu felicidad y afrontar la depresión en buena compañía

Decálogo para potenciar tu felicidad y afrontar la depresión en buena compañía

Un artículo de Libertad Páramo, directora de Tercera Actividad León

La depresión, el aislamiento o el sentimiento de soledad no entienden de edades, pero es cierto que las personas mayores tienen más riesgo de padecer situaciones anímicas desfavorables que ponen en riesgo su salud mental.


El ingreso en un centro residencial supone un cambio sustancial en el estilo de vida de una persona. Por ello, desde los centros Tercera Actividad trabajamos a diario, y de forma constante, para capacitar a las personas que en ellos conviven con las herramientas necesarias para favorecer su bienestar y autonomía.


A continuación, te facilitamos algunas pautas que nos ayudan a afrontar situaciones de desánimo, apatía o depresión, y que, quizá, pueden ser de utilidad también para ti.

  1. Ejercicio físico
    Realizar ejercicio físico ayuda a nuestro estado de ánimo, porque aumenta el nivel de endorfinas. Es importante fomentar su práctica libre y, si es posible, realizar algún ejercicio supervisado por profesionales. En nuestro centro de León, la mayoría de las personas eligen caminar por las zonas ajardinadas y finalizar sus paseos con ejercicios de bicicleta en el gimnasio terapéutico al aire libre. En Aguilar de Campoo, muchos también optan por esta opción y algunas personas acuden, junto con nuestra fisioterapeuta, a la piscina municipal para realizar ejercicios de acuaterapia que ayudan en su recuperación física y mejoran su estado de ánimo.
  2. Alimentación equilibrada
    La alimentación ejerce una influencia fundamental en nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, si no se ingieren suficientes proteínas, costará más segregar endorfinas.
    Es importante alimentarse bien o animar a quiénes tienen más dificultad para hacerlo, así como disfrutar de la comida de una forma sana y equilibrada. Por eso, en Tercera Actividad procuramos que las personas tomen conciencia de las sensaciones que la alimentación genera en ellas y gocen de la comida en compañía.
    En este ámbito, además, contamos con la ayuda del servicio médico que supervisa semanalmente el tipo de alimentación de las personas residentes y disponemos de cocinas propias que permiten la adaptación constante de los menús.
    Además, nuestros equipos de Terapia Ocupacional y Educación Social promueven la autonomía de las personas en esta actividad durante el mayor tiempo posible.
  3. Descanso adecuado
    El tiempo de sueño necesario para reactivar cuerpo y mente debe ser, al menos, de 7 horas diarias. Para alcanzar un descanso adecuado durante la noche es bueno generar actividad física y mental durante el día. ¿Cómo? Con una programación de ocio y tiempo libre variada y actualizada; siempre acorde a los gustos y deseos de cada persona.
  4. Espacios de comunicación
    Transmitir los sentimientos y las preocupaciones propias no suele ser tarea sencilla. Por eso procuramos generar espacios de comunicación que favorezcan a las personas residentes a expresar sus emociones. Una de las técnicas que suelen aplicar nuestros profesionales es el uso de la música como vehículo de lenguaje. La musicoterapia permite favorecer la introspección o la extroversión de las personas; mejorando la conexión de ellas consigo mismas y con los demás. Y, sin duda, es algo que tú también puedes aplicar fácilmente en casa.
  5. Contacto físico y escucha activa
    Tener un sentimiento de acompañamiento y tener la posibilidad de que otras personas nos escuchen es esencial para mejorar nuestro estado de ánimo. Una caricia, un abrazo o una conversación libera y ayuda a relativizar los problemas.
    En Tercera Actividad procuramos, desde el inicio de la estancia, generar confianza en las personas que conviven en nuestros centros y sus familias; fomentando la escucha activa por parte de todo el equipo de profesionales.
  6. Contacto con la naturaleza
    El sol es el antidepresivo por excelencia. Por ello, el mayor número de actividades se realizan en el exterior y fomentamos las salidas a la naturaleza. Nuestros centros cuentan con amplias zonas ajardinadas que facilitan, tanto a las personas residentes como a sus familias, el contacto con el entorno y el disfrute de los elementos que lo componen.
  7. Sentimiento de utilidad
    Ayudar a otras personas comporta una sensación de bienestar físico, emocional e intelectual. En Tercera Actividad conviven personas con multitud de talentos y capacidades que mejoran la calidad de vida de sus compañeros y compañeras. Es esencial fomentar ese sentimiento de utilidad y motivar a que cada persona siga aportando su conocimiento y valía a la comunidad.
  8. Compromiso con los demás
    El filósofo Aristóteles ya formuló esta verdad: “El hombre es un ser social por naturaleza». Y es que, socializar y formar parte de un grupo es esencial para conseguir unos resultados satisfactorios en nuestro bienestar mental.
    Aquí, le damos mucha importancia a la integración y contamos con profesionales especializados en Trabajo y Educación Social para proporcionar mecanismos que permitan una adecuada adaptación en el centro. Además, colaboramos habitualmente con centros educativos del entorno, así como con otras asociaciones y entidades, permitiendo, de este modo, no solo el contacto, sino también el intercambio de experiencias y conocimientos.
  9. Cultivar el humor y la risa
    Ríe y sonríe y si no acude a risoterapia. No es broma, si resides en León, queremos invitarte a una sesión con nuestro animador sociocultural. Gracias a la actividad y a él, las personas residentes pasan un rato muy agradable lleno de risas.
    Reír es, sin duda, uno de los factores que más incrementa nuestros niveles de endorfina. La risa hace que tu ánimo mejore y, como suele decirse, es contagiosa, así pues, puede generar un buen clima a tu alrededor.
  10. Ser feliz, compartir y disfrutar de la vida
    Todas estas pautas pueden resumirse en una, que procures ser feliz, haciendo lo que más te gusta, dando rienda suelta a tus sueños, potenciando tu imaginación y, sobre todo, compartiendo con los demás tu alegría de vivir, escuchándo y siendo partícipe también de su día a día.