Hace ya un año que los alumnos de Bachillerato del colegio San Gregorio comenzaron a compartir experiencias con nuestro centro de Aguilar de Campoo.
La iniciativa se llamó “Conectando Corazones” y su principal reto era mantenerse conectados en tiempos de aislamiento, atentos a los problemas del entorno y aprendiendo de la experiencia compartida.
Y, vaya si lo han conseguido. Ha pasado un año y la conexión no solo se ha mantenido, sino que se ha fortalecido. Las nuevas tecnologías, tablet, ordenadores y teléfonos han preservado la amistad en la distancia.
Ha transcurrido un curso completo y los alumnos que empezaron en 1º de Bachillerato hoy están en 2º y se preparan ya para el siguiente paso: la Universidad. Comparten sus inquietudes con sus amigos de Tercera Actividad. Así, por ejemplo, Lucas le cuenta a José Luis que está pensando estudiar Administración y Dirección de Empresas. “Así me gusta, que lo tengas claro, es importante fijarse un objetivo y no andar picando de flor en flor”, le aconseja José Luis, quien, a su vez, le explica que está preparando un trabajo sobre las marzas y que en la residencia “ya nos han vacunado y podemos salir un poco más”. Ambos planean encontrarse pronto y degustar juntos una de las ricas morcillas que prepara el padre de Lucas.
Tras meses sin conectarse, Toño se reencuentra con su amigo Hugo, que llega un poco tarde a la cita, “qué guapo estás, te sienta bien ese peinado”, le recibe Toño, ambos sonríen y bromean, Toño está pensando hacerse un peinado similar. Charlan de los meses de aislamiento, de los estudios y de lo mucho que ha cambiado todo a lo largo de estos meses.
Primeros encuentros
Para Andrés y Luisa está es su primera cita. Ella le recibe con alegría, entonando una canción de su tierra, un fado. Le cuenta que es portuguesa, de Guimarães. Llegó a España cuando tenía 36 años y aprendió de su marido el oficio de albañil. El padre de Andrés es fontanero e intercambian algunos consejos. Andrés aún no sabe qué va a estudiar se debate entre las matemáticas o ser policía. Luisa, le dice que lo importante es “trabajar, ser responsable y centrarse en los estudios”.
40 corazones conectados: 20 jóvenes y 20 personas mayores. Para todos, la experiencia ha resultado enriquecedora. Los alumnos del colegio San Gregorio han podido darse cuenta de las situaciones que viven otras personas y han conectado con alguien que no es de su generación, “pero tiene mucho que aportarles porque ha vivido muchos años y la experiencia es un grado”. Además, “vamos poniendo semillas para que los problemas que les rodean no les sean ajenos. Ahora la iniciativa es del colegio, pero cada vez más son ellos mismos quienes buscan solución a los problemas del entorno”, comentan desde el centro educativo.
En Tercera Actividad han disfrutado de su compañía y de su alegría, porque estas conexiones han sido como ventanas abiertas a un exterior vetado durante largo tiempo. El resultado ha sido tan bueno, que “una de las personas que participaba, Paqui, ya no está en la residencia, ha vuelto a su casa en Alar del Rey, desde donde mantiene la conexión con su amigo del colegio San Gregorio”, explica Alejandro Serrano, director de Tercera Actividad Aguilar, “nosotros les pusimos en contacto y eso es maravilloso”.
¡No te lo pierdas!