Poco a poco la normalidad va abriéndose camino en nuestros centros Tercera Actividad de Aguilar de Campoo y León. Aún han de mantener las medidas y protocolos de seguridad, pero tras la vacunación de ambos espacios, el régimen de visitas para los familiares se ha flexibilizado y durante estos días han podido vivir emotivos y esperados reencuentros.
En León, Elvira, recibe a su sobrina Carmen, el día de su 92 cumpleaños. Carmen le agasaja con una tarta y el equipo de Tercera Actividad con un gran ramo de rosas. Pese al cristal que las separa y a las mascarillas, la emoción de ambas casi puede palparse, llevan sin verse varios meses, aunque han podido mantener el contacto por videoconferencia o por teléfono.
Algo similar ocurre con Nati, que tiene la oportunidad de juntarse con su hija Mari Emma y con su nieta Jessica. No les quita ojo, llevan tanto tiempo sin verse así, tan cerca, que las palabras tardan en brotar, pero cuando lo hacen, casi han de pedirse vez, para explicarse todo lo que se han echado de menos, todo lo que ha acontecido en este tiempo.
El equipo de Tercera Actividad sigue con emoción y nerviosismo estos primeros reencuentros, lo han preparado todo para que “las familias se sientan cómodas y seguras”, explica Marta Prieto, directora del centro. A lo largo de estos meses han mantenido el contacto gracias a las videoconferencias, llamadas o mediante la aplicación Famileo, “la comunicación ha sido constante”, pero, obviamente, no es lo mismo verse a través de una pantalla que en persona. Ahora que pueden verse, todos añoran y esperan la siguiente fase: poder abrazarse y, sin duda, ya queda menos.
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