Uno de nuestros principales objetivos en estos tiempos difíciles ha sido el de mantener la conexión de las personas que residen en nuestros centros de León y Aguilar de Campoo con sus familiares. Para lograrlo nos hemos sumado a la aplicación “Famileo”, que les permite una conexión directa en tan solo un click.

“Nuestro lema siempre ha sido `no hay edades, sino experiencias´, porque queremos lograr precisamente eso, que las personas a las que atendemos, independientemente de su edad, sigan viviendo y compartiendo experiencias, explica Marimar Espartero, directora del área de Atención Social de la Fundación Santa María la Real, entidad a la que pertenecemos, quien incide en que, “es en estos momentos tan difíciles, en los que la pandemia nos ha obligado a reestructurar nuestros centros, a reorganizar espacios, a fijar nuevas normativas y protocolos de seguridad, cuando debemos conseguir que los residentes mantengan el contacto con sus familias y con el entorno”.

Por eso, desde el inicio de la pandemia, ambos centros han hecho uso de las nuevas tecnologías: tablet y teléfonos móviles para realizar videollamadas se han convertido en herramientas de uso diario para conectar corazones, para que los “residentes sigan sintiendo la cercanía de sus familias”. “Hemos llevado a cabo experiencias con colegios, con los trabajadores de la Fundación, hemos procurado que en todo momento las personas a las que atendemos se sientan apoyadas, respaldadas y arropadas, porque para ellos ese cariño es fundamental”, concreta Espartero.

Famileo, tus seres queridos a un click

Una de las últimas apuestas ha sido la adquisición de la aplicación Famileo, que se usa ya con éxito en los centros de Aguilar y León. ¿En qué consiste? Fácil, cada familia puede enviar sus mensajes, anécdotas, historias o fotografías… construyendo, poco a poco, una especie de álbum de recuerdos compartido con los residentes, que no solo les conecta, sino que, además, puede imprimirse fácilmente a modo de revista, que se entrega semanalmente a los participantes en esta singular experiencia.

Nos encanta la aplicación, nosotros somos muchos hermanos y estamos ubicados en diferentes provincias y con Famileo nos sentimos mucho más cerca de nuestra madre, vemos fotos de ella diariamente y a ella por supuesto, le encanta recibir todas las semanas la revista con nuestras fotografías y nuestros comentarios”, explica Amparo, hija de Emilia, una de las residentes de Tercera Actividad León, mientras observa orgullosa en su tablet las fotos de su madre.


“Es una idea genial, una forma de estar en contacto con tus seres queridos semanalmente contándote todas las cosas diarias que van pasando”, abunda Emma, hija de otra de las residentes, Natividad. “Te encuentras mucho más cerca y te sientes mejor. Las fotos ayudan mucho es como si estuviéramos juntos, entre comillas, ellos y nosotros estamos más unidos y nos animamos más teniendo en cuenta lo que estamos pasando. En resumen, es maravilloso, saber que tu madre está bien”

Los testimonios de familiares son muchos y casi todos coinciden en las bondades de la aplicación y el acierto que ha supuesto instalarla en Tercera Actividad. «Para nosotros, en este momento de restricciones que estamos viviendo, es el único medio de unión visual que tenemos con nuestra tía Matu. Nos parece una aplicación genial, con un formato fácil de manejar para los familiares y nos alivia mucho que nos manden fotos de su día a día ya que no podemos estar con ella. Es una forma de unión muy agradable para las dos partes», resume Marta, sobrina de Matutina, otra de las residentes de Tercera Actividad León.

Pero, y, ¿cómo lo viven ellos, los residentes?. “Como una experiencia única – explica Marta Prieto, directora del centro leonés -, al principio les resultaba muy curioso ver a sus familiares, recibir sus mensajes, poder ver las fotografías de sus hijos y sus nietos o escucharlos. Ahora, te diría, que no pueden vivir sin ello. En este momento en el que el contacto personal es imposible, este tipo de aplicaciones, les dan la vida, les aportan confianza y seguridad”.

¿Lo mejor? Además de ver los mensajes o las fotografías en una pantalla, una vez a la semana reciben una mini revista en papel con todo el contenido, “para ellos también es muy importante, están más acostumbrados al papel que a las pantallas y tener algo físico que pueden guardar y revisar cuando les apetezca es esencial”, concluye Prieto.