Seguimos recorriendo pueblos del entorno con nuestros mayores viajeros. En esta ocasión, pusimos rumbo al alfoz de León y la comarca del Boedo.
Así casi una docena de personas del equipo de nuestro centro leonés, recorrió diferentes puntos del alfoz de la capital. Su primer destino fue Puente Castro, donde pudieron visitar la iglesia, la zona deportiva, el centro de interpretación de las tres culturas y el puente del Camino de Santiago Francés, en honor a una de las residentes, María, a quien todos conocen cariñosamente como «La Peregrina».
Su segunda parada fue Villaquilambre, donde recorrieron el colegio y la iglesia en honor a dos residentes: María Luz y Covadonga, muy famosa en el pueblo por tener una tienda de ultramarinos. Tras su paso por allí, se dirigieron a Villaobispo, pueblo de origen de Hortensia, otra de las residentes. El viaje finalizó con el regreso a la capital y la degustación de una sabrosa merienda en el Parque de la Candamia, el pulmón verde de León, para recordar momentos felices y seguir compartiendo experiencias.
El Boedo
Desde Aguilar, casi una treintena de personas entre residentes, trabajadores, voluntarios y familiares del centro palentino, participaron y disfrutaron de un nuevo recorrido por la comarca del Boedo. Su primera parada fue Zorita del Páramo, donde pudieron adentrarse en la iglesia románica de San Lorenzo, de la mano de Nicasio, su custodió, quien les abrió las puertas y guio al grupo en su recorrido por el edificio, descubriéndoles no solo su historia, sino también algunas anécdotas curiosas.
De ahí, se trasladaron a Sotobañado y Priorato con un guía de excepción, José, uno de los residentes, quien, a sus 95 años, aún se emociona al pasear por las calles de su pueblo y saludar a sus vecinos. Tras unas risas y juegos en el parque, el grupo siguió camino hasta Calahorra de Boedo, un pueblo cuya parroquia de Nuestra Señora de las Candelas esconde una extraordinaria pila bautismal románica que dejó a los viajeros «sin palabras». Tras la visita cultural y, para no perder las buenas costumbres, pudieron disfrutar de una exquisita y sabrosa merienda, a base de productos de la tierra, preparada, en este caso, por los vecinos para agasajar a tan singular y alegre grupo de viajeros.
¡No te lo pierdas!