Alegre, dinámica y colaboradora; así es Laura, trabajadora social de nuestro centro de Valdelafuente (León). Lleva unos meses en el equipo y se ha adaptado fenomenal al trabajo.

Aunque su experiencia profesional no es muy amplia, tal y como nos cuenta ella misma, lo compensa con su energía, vitalidad y ganas. Llegó en junio con una beca del programa de Prácticas no Laborales del Ecyl y la Junta de Castilla y León, a través de la Fundación General de la Universidad de Valladolid, para realizar sus prácticas en nuestro centro y cuenta que le “hacía mucha ilusión y estaba muy emocionada por poder ejercer de lo que realmente me gusta”. Se notó y su entrega fue tal, que, apenas unos meses después, ya forma parte del equipo y se muestra “muy agradecida por ello”.

Siempre ha tenido claro que el Trabajo Social es lo que más el apasiona y aquí puede dar rienda suelta a su vocación. Cada día trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas que están aquí, intentar que se sientan bien, apoyarles y entenderles tanto a ellos como a sus familiares que, al fin y al cabo, también son una parte importante”. Sabe que para lograrlo lo mejor de ellos, ha de dar lo mejor de sí y por eso cada día abre la puerta con una sonrisa y cargada de energía.

¿Lo que más valora de su trabajo? “Todo lo que me hace sentir y lo que aprendo. Lo bien que me siento con el equipo y conmigo misma. Es muy gratificante el trabajo que hacemos aquí y el buen equipo que formamos trabajando siempre de la mano”.