Yoselín dejó su país natal, República Dominicana, hace 16 años para venirse a León. Llegó con un contrato laboral para cuidar de una persona mayor. Posteriormente, se especializó en atención a personas dependientes en instituciones sociales y comenzó a trabajar en Tercera Actividad, antes incluso de que el centro tuviese este nombre.

Siempre he querido dedicarme a esto”, nos cuenta, soy muy feliz aquí. Se le nota, porque mientras habla de las personas a las que cuida sonríe y se le iluminan los ojos. “Trabajas para ganarte un sueldo, cierto, pero aquí, es mucho más que eso, me gusta cumplir, atenderlos, cuidarlos, son parte de mi familia. Siente pasión por lo que hace y lo refleja tanto en su día a día en el trabajo como en su forma de contarlo y expresarlo.

Es parte del equipo de atención directa. Una de las gerocultoras del centro. Ella y sus compañeras son quienes más contacto mantienen con las personas a las que cuidan. Ese trato diario, no solo les da seguridad y confianza, sino que también les lleva a conocerlos, a saber en cada momento qué es lo que necesitan, lo que les gusta y, cómo no, a ocuparse y preocuparse por cada uno de ellos.

Yosi, como la conoce el resto del equipo, es, además, responsable de turno, por lo que a su trabajo diario añade el estar pendiente de lo que hace el resto, facilitar su labor y colaborar en el día a día para que todo esté ordenado y la atención sea la mejor posible. No le cuesta, lo hace de buen grado, ya que, “me encanta mi trabajo, voy feliz a Tercera Actividad, me siento muy cómoda con el equipo”. Y el sentimiento es mutuo y compartido, dado que quienes comparten su día a día hablan de ella como una excelente compañera, humilde, cercana y siempre dispuesta a echar una mano.